Una decena de policías llevaba adelante una detención violenta cuando dos transeúntes se acercaron a filmar y pedir identificación y explicaciones a los funcionarios. Terminaron ellos también detenidos y acusados de resistencia a la autoridad y entorpecimiento de la labor policial. Pasaron la noche en calabozos inhabilitados y los liberan ahora, después de sus declaraciones ante la fiscalía. La Comisión por la Memoria (CPM) interviene en el caso.

ANDAR en La Plata

(Agencia Andar) Los instructores judiciales de la Fiscalía Nº 6 a cargo de Marcelo Romero tomaron la declaración y escucharon el minucioso relato de Verónica Piana y Alejandro Simeone, las dos personas que intervinieron ante un desmedido procedimiento policial en el que una decena de agentes aprehendían con violencia física a un joven de 20 años que dormía en la calle. Sus testimonios fueron claros y coincidentes y los tres son liberados desde la Comisaría 1ª de la ciudad de La Plata.

El caso derivará en una denuncia penal por abuso policial que debería ser remitida por el juzgado de Garantías 3, a cargo del juez Raele, quien se comprometió a impulsarla a partir del habeas corpus presentado por la CPM en cuando supo de las detenciones. El organismo además realizó las presentaciones pertinentes en Asuntos internos donde ya se abrió una actuación sumarial.

«Llegó un policía que estaba con exceso de energía y se encargó de que me redujeran a mí cuando terminaron con Gustavo, lo único que queríamos era que no lo lastimaran. Si bien yo no me puedo quejar del trato que recibí, a él (durante la detención) lo trataban distinto, más que nada los modos», describió Alejandro al ser liberado.

«¿Volverías a hacerlo?»,  le preguntaron. «Sin dudas -respondió- porque creo que la policía debe ser controlada y como sociedad tenemos que estar un poco encima, porque en definitiva quienes más lo sufren son los condenados de siempre».

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