20 AÑOS DE LA PRIMERA IDENTIFICACIÓN DE VÍCTIMAS DE VUELOS DE LA MUERTE Acto de memoria en el sitio Cementerio de General Lavalle: “un hito de la conciencia democrática”

La Comisión Provincial por la Memoria, junto a la Embajada de Francia en Argentina y el Municipio de General Lavalle, realizó un acto homenaje a las víctimas de los vuelos de la muerte en el espacio de memoria Cementerio de General Lavalle. Este año se cumplen 20 años de las primeras identificaciones de cuerpos enterrados como NN en este cementerio, entre ellos, las madres de Plaza de Mayo Azucena Villaflor, Esther Ballestrino de Careaga y María Ponce de Bianco, Ángela Auad y la monja francesa Léonie Duquet. Con la presencia del embajador francés Romain Nadal y el cónsul general Jean-Christophe Fleury, se dejó una ofrenda floral en el memorial que recuerda a la religiosa y se descubrió el mural realizado por estudiantes de le EES 2 Léonie Duquet, de la localidad de Pavón.
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(Agencia/CPM) “Este cementerio es mucho más que un espacio funerario, se convirtió en un hito de conciencia democrática y un referente moral del paisaje memorial argentino. Como lugar de elevación y recogimiento nos recuerda que sólo las naciones que miran de frente a su historia pueden mantenerse de pie en el presente”, señaló el embajador de Francia en Argentina, Romain Nadal, durante el acto a 20 años de la identificación del cuerpo de la monja francesa Léonie Duquet. “Nos reunimos para reafirmar solemnemente nuestro compromiso de defender una cierta idea de la humanidad, de combatir firmemente todo resurgimiento de lo inaceptable”, agregó el diplomático, quien estuvo acompañado también por el cónsul general Jean-Christophe Fleury.
Durante la última dictadura militar al menos 33 personas fueron enterradas como NN en el cementerio de General Lavalle. La mayoría de los cuerpos habían aparecido en la costa atlántica, devueltos por el mar, luego de ser arrojados en los vuelos de la muerte. En 2005 el Equipo Argentino de Antropología Forense logró identificar a las primeras cinco víctimas: las madres de Plaza de Mayo Azucena Villaflor de De Vicenti, Esther Ballestrino de Careaga y Mari Ponce de Bianco, y la militante por los derechos humanos Ángela Auad y la religiosa francesa Léonie Duquet que colaboraban con los familiares en la búsqueda de los desaparecidos.
A 20 años de aquellas primeras identificaciones, la Comisión Provincial por la Memoria, el Municipio de General Lavalle y el grupo de Jóvenes y Memoria de General Lavalle (que cogestionan el espacio de memoria) y la Embajada de Francia en la Argentina realizaron este jueves un acto homenaje a las víctimas de los vuelos de la muerte.
“Todo eso forma parte del legado histórico de aquellas personas que perdimos. Yo no puedo dejar de pensar que no se trata de un acto telúrico evocativo, son obligaciones para el presente; cada una de estas muertes, extraordinariamente vivas porque el mar se encargó de devolverlas, nos dan hoy un mandato que no puede ser transferido sin que eso signifique cobardía, el mandato es apostar a la transformación del mundo en orden a más justicia, más equidad y más posibilidades de paz auténtica y verdadera”, expresó la co-presidenta de la CPM Dora Barrancos.
Junto a Barrancos participaron del acto los integrantes de la CPM Ana María Soffiantini, sobreviviente de la ESMA, el padre Miguel “Pancho” Velo, Víctor Mendibil, María Sonderéguer, el secretario ejecutivo Roberto Cipriano García y la directora general Sandra Raggio.
“A pesar de los intentos negacionistas, seguimos sosteniendo la cifra de 30 mil, porque la verdad no puede ocultarse; este cementerio es una prueba de ello, de lo que pasó”, remarcó el intendente de General Lavalle, Nahuel Guardia. Además destacó a dos de sus predecesores: Eladio Zuetta, el primer intendente desde el retorno de la democracia y quien, en uno de sus primeros actos de gobierno, denunció los enterramientos ilegales en el cementerio; y José Rodríguez Ponte, el intendente al momento de la creación del espacio de memoria, quien además estuvo presente el acto homenaje.
El espacio de memoria Cementerio de General Lavalle fue creado en 2017 por medio de la ordenanza 2100, votada por unanimidad en el Concejo Deliberante. El proyecto había sido presentado, mediante el uso de la banca pública, por un grupo de estudiantes y docentes de la Escuela Secundaria N° 1 General Manuel Belgrano, a partir del trabajo que venían realizando en el marco de Jóvenes y Memoria, un programa de pedagogía en memoria y derechos humanos que implementa la CPM desde hace 24 años en la provincia de Buenos Aires. Como parte de ese grupo de jóvenes, y actualmente integrante del espacio de memoria, estuvo Agustina Puertas.
“Estamos convencidos del valor pedagógico que tiene el abordaje de los temas de derechos humanos en las escuelas bonaerenses, y estando acá tengo que reconocer especialmente el programa Jóvenes y Memoria y la importancia que tiene en la construcción de las memorias locales a lo largo de la Provincia”, destacó el subsecretario de Educación bonaerense Pablo Urquiza. Junto a él estuvo Celeste Adamoli la coordinadora de Políticas educativas de memoria y derechos humanos.
Luego de las palabras del funcionario bonaerense, los jóvenes de la Escuela Secundaria N°2 de Léonie Duquet, de Pavón, descubrieron el mural que pintaron en homenaje a las víctimas de los vuelos de la muerte. Sobre uno de los muros externos del cementerio, el mural deja inscripta una frase de la monja francesa: “callarse hoy es un acto de cobardía”. “El mural nos muestra un camino, el único camino posible, desde la oscuridad de los crímenes perpetrados hacia la memoria, la unión y la esperanza”, dijeron los jóvenes tras el descubrimiento de la obra.
El acto contó también con la presencia de Ana María Careaga, la hija de Esther Ballestrino de Careaga (otra víctima de los vuelos de la muerte enterrada como NN en este cementerio e identificada a partir de los trabajos de exhumación que se iniciaron en 2005), Viviana Zubiaurre, la compañera de Darío Jerez (desaparecido en democracia y cuyo nombre fue impuesto en el Salón de Usos Múltiples del espacio de memoria), y de María Elena Corral de la Iglesia de la Santa Cruz, lugar donde se reunían las Madres de Plaza de Mayo y las monjas francesas Alice Domon y Léonie Duquet para impulsar la búsqueda de los desaparecidos y denunciar las graves violaciones a los derechos humanos que se estaban perpetrando en el país. Además estuvieron presentes referentes de organismos de derechos humanos del Municipio de la Costa y Mar del Plata y establecimientos educativos de la región.
La abogada francesa Sophie Thonon-Wesfreid, representante de las familias Duquet y Domon, envió una adhesión y reconocimiento al acto, señalando que «en estos tiempos de falsificación de la historia, de negación de la verdad o, peor aún, de reivindicación del terrorismo de Estado, nos corresponde recordar sin cesar que la tortura y las desapariciones forzadas son crímenes contra la humanidad y, como tales, imprescriptibles».
Al final del acto la presidenta la CPM Barrancos y el embajador Romain Nadal depositaron la ofrenda floral de la Embajada junto al tótem que recuerda a la monja francesa Léonie Duquet, y que forma parte del memorial del espacio compuesto por 33 estructuras, una por cada una de las personas enterradas como NN, de las cuales hasta el momento fueron identificadas 20.