INTERMESAS ARGENTINA Las mesas de los espacios de memoria se organizan para resistir el vaciamiento de las políticas de derechos humanos

Intermesas Argentina aglutina a las mesas, comisiones y colectivos de los sitios de memoria del país y se define como una organización popular, horizontal, federal y pluripartidaria, con una estrategia por la promoción de los derechos humanos por la memoria, la verdad y la justicia. A partir de diciembre de 2023, el actual Gobierno nacional tomó decisiones que incluyeron cientos de despidos y el vaciamiento de los espacios de memoria.
Christian Madia para ANDAR
(Agencia Andar) En los años ’70 Rufino Almeida, junto a su compañera Claudia Estévez, militaba en la agrupación anarquista Resistencia Libertaria; ambos fueron secuestrados por un grupo de tareas en la ciudad de La Plata en noviembre de 1977 y llevados al CCD El Banco, luego de 60 días fueron liberados bajo vigilancia hasta 1983. Rufino es integrante de Intermesas y, en dialogo con ANDAR, hace una reseña de cómo surgió: “En 2024 nos reunimos por primera vez representantes de las mesas y comisiones de los espacios de memoria dependientes de la Secretaría de Derechos Humanos de Nación (ex Club Atlético, ex Virrey Cevallos, ex Olimpo, ex Automotores Orletti, Colectivo Faro por la Memoria de Mar del Plata, Escuelita de Famaillá de Tucumán y el Regimiento I9 de Corrientes); surgimos como una reivindicación específica de los Sitios, en defensa de los propios espacios, pero también con una impronta estratégica en la defensa de las políticas de memoria, verdad y justicia que no son propias de los gobiernos de turno sino del campo popular, porque la construcción de la memoria la hicimos desde la militancia más pura, sin el Estado de por medio”. A comienzos de 2025, cuando avanzaba el desmantelamiento de las políticas de memoria por parte del gobierno de Milei y Villarruel se conformó Intermesas Argentina.
“Uno de los objetivos es organizarnos a nivel nacional, lo cual es una tarea difícil por la misma dispersión de las fuerzas populares que se produjo a partir de errores, egos y una institucionalización defectuosa de las políticas de Estado. Otro objetivo es incentivar que se conformen mesas, colectivos o comisiones en torno a los sitios de memoria, más allá de que hoy en día no tengan un lugar físico, como sucede, por ejemplo, en el Campito de Campo de Mayo o La Cacha en La Plata”.
Otro aspecto, no menos importante, es el rol que Intermesas le da a las banderas de las luchas que levantaron los 30.000 compañeros y compañeras. Rufino sostiene: “eso debe permanecer siempre. Tenemos que buscar el modo de que las nuevas generaciones vayan resignificando los procesos políticos en la Argentina y los vayan recomponiendo”.
Desde Intermesas Argentina se propone una ley contra el negacionismo y la reposición de las políticas públicas de memoria pero regenerándolas. “Hay que mejorar la ley nacional de sitios 26.691, pero también fomentar un corpus jurídico que obligue a los tres poderes del Estado a darle prioridad a los valores de los derechos humanos en la vida política democrática y su implementación práctica”, agrega Rufino.
El acta fundacional de Intermesas Argentina, de julio de 2025, exige “conocer el destino de los compañeros/as detenidos desaparecidos, la recuperación de los hijos e hijas apropiados” y subraya el “acuerdo democrático de no repetición de las políticas de saqueo y la necesidad de la transmisión de la memoria, la promoción y pedagogía de los derechos humanos como sustento cultural y político de la democracia con justicia”.
Francisco Ramos también es integrante de Intermesas representando a la Comisión de Trabajo y Consenso del ex CCD Club Atlético. Fue militante a comienzo de la década del ’80 en Vanguardia Comunista y su acercamiento a sitios de memoria fue en 2016, cuando se congregó junto a otros militantes barriales en la esquina de Siciliano y Vernet, en Lomas de Zamora, para reclamar la expropiación del inmueble donde funcionó el CCD Pozo de Banfield, que se logró poco tiempo después. Francisco hace hincapié en la complejidad que tienen las Mesas para articular dentro de este espacio: “el problema es justamente la jurisdicción de la que cada una depende, porque en primer lugar la idea es organizar las Mesas ya existentes y luego colaborar en la conformación de nuevas en zonas donde aún no existen, ¿de qué manera?: a partir del intercambio de experiencias mutuas y transmitirlas”.
En esta construcción, los sitios y sus mesas son de vital importancia como espacio de luchas pero también como lugares de consenso: “allí hay coincidencia política, ya que todos sabemos la necesidad de resistir los proyectos de entrega y de opresión que tiene el enemigo, nos pone del lado donde las diferencias partidarias se superan y los espacios pasan a ser un verdadero reservorio de lo que es la militancia por los derechos humanos”, suma Rufino.
A partir del desfinanciamiento a las políticas de DDHH y los despidos de trabajadores de los espacios, Francisco Ramos subraya la importancia de las Mesas: “cuando el Estado no se hace cargo del sostenimiento de la memoria, es cuando debe haber una estructura de militancia, como las mesas, comisiones o colectivos, que puedan resistir, proseguir y sostener las actividades para la transmisión de la memoria histórica”, dice el referente el espacio ex CCD El Atlético.
La primera plenaria de Intermesas Argentina se realizó en agosto de este año en el Espacio para la Memoria ex Infierno de Avellaneda, la segunda se convocó en el Espacio para la Memoria Mansión Seré, en Morón, y la tercera durante el mes de octubre en el ex Olimpo, en CABA. En dichas reuniones, de manera presencial y virtual, se definieron acciones organizativas y modos de articular y tejer redes para fortalecer los vínculos que el gobierno mileísta intenta pulverizar.
Intermesas tiene cuatro frentes de lucha. “Desde el punto de vista legislativo hemos participado de los encuentros en la Legislatura de CABA y en las Cámaras de Diputados y Senadores, donde fuimos convocados por el ataque sistemático a los espacios. En el plano legal estamos coordinando junto al CELS y la APDH la posibilidad de cautelares por el no cumplimiento de la ley 26.691. Desde lo político intentamos confluir con sectores de DDHH con el objetivo de preparar una movida a fin de año por el 40° aniversario del Juicio a las Juntas y con vistas hacia los 50 años del Golpe el próximo año. Por último, en el ámbito internacional, tratamos de contactar grupos en el exterior que colaboren con la visibilización de lo que nos acontece, replicar un poco aquella campaña de denuncia de exiliados durante la dictadura cuando en Argentina se decía ‘somos derechos y humanos’”, sintetiza Ramos.
Actualmente son 28 las mesas, comisiones y colectivos que integran Intermesas Argentina. Palotinos por la Memoria se incorporó recientemente y Ramiro Varela es su representante. La vinculación de Ramiro con la comunidad palotina data de 1984 cuando comenzó su educación inicial en el Instituto San Vicente Pallotti, colegio parroquial de San Patricio en Belgrano. Consultado por ANDAR, Ramiro contó su visión respecto a la labor de Intermesas: “se trata de un ámbito de articulación política con una perspectiva federal, lo cual es sumamente necesario en tiempos en los que arrecia un vaciamiento constante de las políticas públicas en materia de DDHH. Desde Palotinos por la Memoria esperamos hacer un aporte a la construcción de este espacio con el objetivo de unificar posiciones y sumar esfuerzos para materializar nuevos escenarios en el corto y mediano plazo ante la ofensiva del gobierno nacional”.
Ante el avance del desmantelamiento y desfinanciamiento de las políticas de derechos humanos por parte del Gobierno nacional, Intermesas Argentina desarrolla estrategias comunes en el territorio. Rufino Almeida lo llama “capilaridad territorial para reforzar las iniciativas y la persistencia de la militancia en cada lugar, generando una red federal para la organización de acciones colectivas en torno a las políticas de memoria, verdad y justicia”. Y concluye: “lo que hacemos no es solamente resguardar los sitios de memoria sino guarecer al campo popular, a la vida cotidiana de nuestro pueblo y a la soberanía nacional”.
















