El último domingo en el barrio Dorrego de González Catan unos 300 niños y niñas celebraron la infancia y recordaron a Maximiliano Barrios, un joven del lugar al que mató un policía de la ciudad en junio un supuesto intento de robo.

ANDAR en La Matanza

(Agencia Andar) Centenares de niños y niñas con sus familias disfrutando un evento, celebrando esas infancias con juguetes, golosinas y merienda. Detrás una gran organización familiar bajo el lema «Maxi presente».

Maxi ya no anda por las calles del barrio. Su nombre y su historia son parte de la lista de víctimas de uso letal de la fuerza, más conocidos como casos de gatillo fácil, de este año. La justicia investiga las circunstancias de su muerte: en junio un oficial de la policía de la ciudad le disparó a Maxi en el abdomen. La versión policial habla, como siempre, de defensa ante un intento robo, pero hay indicios de que los agentes de la bonaerense que llegaron al lugar demoraron la atención médica del joven.

La familia de Maximiliano, de 16 años, está pendiente del curso de la investigación judicial. Mientras eligieron celebrar la vida y seguir impulsando la organización de los festejos del día de la infancia en el barrio. Ahora los niños y niñas se convocaron alrededor del mural que se pintó para dejar la huella de Maxi y recibieron los juguetes que llegaron a través del aporte de la Secretaria de Desarrollo Social a través del Consejo de Chicos y Jóvenes y la organización Manitos de Barro.