JUICIO POR JURADOS Juzgan al policía bonaerense que mató a un niño de 10 años

“Todas las pericias que se presentarán en el debate -psicológicas, balísticas, médicas y de imágenes de cámaras de seguridad- son contundentes y definitivas en la búsqueda de justicia y por eso estamos confiados en que García Tonzo, al que consideramos un asesino, recibirá la condena máxima de prisión perpetua. Nunca se acercó a la familia a pedir perdón por habernos quitado a quien recién empezaba a transitar el camino de la vida; en varias audiencias que lo vimos, ni siquiera se animó a levantar la cabeza”, dijo Johana, la mamá de Bastián Escalante, en diálogo con ANDAR a menos de 48 horas del inicio del juicio. Será en la modalidad de juicio por jurados y se ventilará la responsabilidad penal de García Tonzo por los delitos de homicidio con arma de fuego en contexto de exceso de legítima defensa en grado de tentativa en concurso ideal con homicidio con dolo eventual. En su calidad de Mecanismo Local de Prevención de la Tortura, la CPM será particular damnificado institucional y realizará la acusación junto al abogado de la familia.
ANDAR en Avellaneda
(Agencia) Este lunes 22 de septiembre, a instancias del Tribunal Oral en lo Criminal 4 del Departamento Judicial Lanús-Avellaneda, comenzará el juicio oral y público contra el policía bonaerense que de civil y fuera del horario de servicio, mató de un disparo a Bastián Escalante, un niño de 10 años. En el hecho ocurrido en julio de 2024 el agente actuó de civil y fuera de servicio.
El debate se realizará bajo la modalidad de juicio por jurados y la directora del proceso será la magistrada María Angélica Sayago del Castillo. Por su parte, la fiscal de juicio será Mariela Montero.
Los padres y hermanas de Bastián Escalante atraviesan, por estas horas, momentos de extrema ansiedad, tristeza y dolor ante el inminente inicio del juicio del que esperan obtener una condena ejemplar, que deje un pronunciamiento inequívoco para que ningún policía vuelva a utilizar su arma de fuego -entregada por el Estado para cuidar a los ciudadanos- en circunstancias que no lo ameriten por ausencia de peligro y que conllevan, al mismo tiempo, un grave riesgo para terceras personas.
En efecto, las consecuencias de esa actitud temeraria, ilegal y desmedida del policía Juan Alberto García Tonzo terminaron con la vida del niño que soñaba con llegar a ser una figura del fútbol y disfrutar de cada entrenamiento y partido en su club de Avellaneda. “Era un niño feliz al que siempre tratamos de proteger, hasta que se cruzó con este asesino y no tuvo ninguna oportunidad”, afirma Johana, la mamá.
Las imágenes de la cámara de seguridad de una vivienda situada en la intersección de las calles Caxaraville y Friuli, en Wilde, son esclarecedoras respecto a la brutalidad y la intención homicida desplegadas por el policía bonaerense del Comando de Patrullas de Avellaneda, durante la tarde noche del 10 de julio del año pasado.
De civil y en la tarea de ir a retirar a su hijastro de la escuelita de fútbol del Club Sociedad de Fomento del Barrio la Carne, García Tonzo estacionó su moto marca Rouser y segundos después extrajo de sus ropas el arma reglamentaria de 9 mm para repeler un intento de robo de cuatro jóvenes que se trasladaban en dos motocicletas.
A pesar de que los asaltantes ni siquiera llegaron a acercarse al policía, éste comenzó a dispararles por la espalda; tal como se advierte en las imágenes de video, se fue acomodando -primero rodilla en tierra y luego corriendo unos pasos en dirección a la huida de los cuatro jóvenes-, y realizó entre 8 y 10 disparos con su arma de fuego, según el testimonio de un vecino.
Uno de esos disparos impactó en el cuello de Bastián Escalante, a quien su madre acababa de retirar de la clase de fútbol. Desesperados, Johana y Bastián intentaron ponerse a resguardo de la línea de los disparos pero no lo lograron: el niño cayó de su bicicleta y falleció días después por la gravedad de las heridas.
“Confiamos en que los jurados lograrán advertir el mal accionar de este policía, de quien aún no entiendo por qué realizó tantos disparos cuando ya había dejado de existir peligro. A Bastián no lo veremos nunca más, por lo que este policía tiene que pagar por la responsabilidad de lo que hizo”, señala Johana, la mamá de la víctima, que declarará en la tercera jornada del juicio para narrar las consecuencias emocionales que causó y que acompañarán a la familia del niño por el resto de sus vidas.
“Hoy sigo sobreviviendo, levantándome día a día pensando en lograr la justicia que mi hijo se merece”, agregó, y en ese marco valoró el acompañamiento de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) en su rol de Particular Damnificado Institucional: “Nos hemos sentido muy acompañados y asesorados en todo momento y creemos que la acusación ha sido muy bien trabajada como para llegar al resultado que esperamos”.
En cuanto al hecho investigado, cabe destacar que la desproporcionalidad en la respuesta frente al robo frustrado, la falta de justificación de los disparos -por la cantidad y la inexistencia de peligro al momento de ejecutarlos- y la actitud temeraria del policía de civil que no frenó su impulso a pesar de estar en una calle concurrida y llena de niños y sus familiares, hicieron que la fiscalía descartara la figura de la legítima defensa solicitada por la abogada del imputado.
En la elevación a juicio se sostiene que García Tonzo “efectuó gran cantidad de disparos con un arma de fuego (al menos 8) en plena vía pública, en un horario transitado (aproximadamente las 20:00 hs) y en alrededores de una Institución Educativa”. También ponderó que la totalidad de la cartuchería encontrada y secuestrada en el lugar del hecho pertenece a su arma, incluyendo el proyectil que impacto en el niño y que “su calidad de Policía que lo hace experimentado en la utilización de Armas de Fuego y conocedor respecto del daño que las mismas podrían producir” son factores que denotan su intención homicida.
Así describió que “continuó detonando compulsivamente su arma de fuego hacia donde habían escapado los agresores, con el fin de darles muerte, no lográndolo por razones ajenas a su voluntad” y consideró que tuvo que representarse que con su obrar podía lesionar o matar a una o más personas ajenas al intento de robo por él sufrida (…) desenlace fatal que efectivamente se produjo”.