BRUTAL AGRESIÓN A LA ACTIVISTA TRANS DIANA SACAYÁN “Si trabajás en el INADI salí corriendo”
Esa fue la respuesta de las fuerzas de seguridad a las que acudió en busca de ayuda luego de ser ferozmente agredida por un hombre en un bar. La denuncia y el sentido de la lucha.
ANDAR en Laferrere
(Agencia) Diana Sacayan es activista trans y candidata a ser miembro de conducción de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA). Es trabajadora en el INADI y tiene una gran trayectoria en medios de comunicación siendo redactora del primer periódico trans en toda Latinoamérica «El Teje» y colaboradora en el diario Página/ 12.
Hace algunas semanas Diana fue salvajemente agredida en un bar por un individuo en la Estación de Laferrere. “Lo que pasó es lo que ustedes pudieron leer y escuchar. Yo salí para encontrarme con algunas amigas en un bar, cuando llegué, desde el momento en que entré, un señor empezó a agredir. Primero diciendo cosas al aire, yo no le presté demasiada importancia, pero en un momento comenzó a dirigirse directamente a mí por lo que le contesté y cuando me estaba retirando se abalanzó contra mí me agarro de los pelos, me tiró al piso, empezó a golpearme, intenté defenderme y cuando pude corrí”, relató la activista a ANDAR.
Ante este acto de discriminación y violencia acudió a las fuerzas de seguridad que trabajan en el hall de la estación, en este caso gendarmería. Pero los uniformados no sólo no detuvieron al atacante sino que la golpearon ellos también. “Salí del bar al grito de auxilio pidiendo por favor sabiendo que ahí siempre está gendarmería. Aparecieron 4 gendarmes, lo separaron a él a un costado y me pidieron que me tranquilice, que tomara asiento. Pero no terminé de tomar asiento que ya habían liberado a esta persona. Yo les pedí que no lo larguen por favor, y entonces uno de los gendarmes comenzó a pegarme con el bastón en la espalda. Le pedí que no me pegue más, que estaba ensangrentada, le dije que trabajaba en el INADI, y me dijo “bueno si trabajás ahí salí corriendo”, relató Diana.
Y eso hizo: corrió hasta la comisaría más cercana, pero tampoco logró que la ayudaran. “Ahí me dijeron que no podían tirarse contra gendarmería, que no podían tomarme la denuncia y que me dirija a sede judicial el día lunes”, comentó. Lo que hizo la policía fue alcanzarla hasta el hospital aunque sin tomar la denuncia, ni realizar registro alguno de la situación.
Ahora existe una causa penal contra los efectivos por abandono de persona e incumplimiento del deber de funcionarios públicos, radicada en la UFI 3 del juzgado descentralizado de La Matanza en Laferrere. También asentó una denuncia en la Secretaría de Derechos Humanos de La Nación, en el programa de lucha contra la impunidad. Estas presentaciones fueron posibles gracias a que la propia víctima tomó el número de patrullero y recopiló todos los datos que pudo.
“En los organismos, las organizaciones sociales, LGTB, de Derechos Humanos y distintas instituciones tuve apoyo, voy a ser recibida por el fiscal general, organizaciones que nuclean a periodistas han dado un claro mensaje de repudio y eso para mí es un gran abrazo que me energiza y me da fuerza para seguir luchando por un mundo más justo que es nuestro sueño, lo que nos sostiene todos los días en pie y por lo que caminamos”, aseguró Diana.
Para profundizar ese camino “tendría que existir una ley por crímenes de odio y políticas públicas en las escuelas, orientadas a capacitar a las fuerzas de seguridad para que esto tenga un impacto en el trabajo social de las fuerzas de seguridad, porque no están para ser una amenaza para los ciudadanos”, consideró.
Sacayán escribió una carta a sus colegas y amigos “nunca pensé volver a pasar por semejante situación de violencia luego de tantos logros obtenidos con la lucha y la paciencia” expresó. Esa es la pregunta que debería instalarse, por qué este nivel de violencia sigue siendo posible, cotidiana, tolerada.