ARCHIVO DE LA DIPPBA A 50 años del asesinato de Rubén Cartier, la CPM le entregó a su familia documentos de inteligencia

Como parte de su trabajo de gestión del fondo documental de la Dirección de Inteligencia de la Provincia de Buenos Aires (DIPPBA), la Comisión Provincial por la Memoria entregó a las hijas de Cartier los legajos en los que la agencia policial registró la trayectoria y actividades del docente, militante peronista e intendente de La Plata al momento del asesinato, el 14 de julio de 1975. Fue en el marco de uno de los actos que recordaron y homenajearon al intendente asesinado.
ANDAR en La Plata
(Agencia Andar) “En el día de la fecha, pasadas las 21 hs., en circunstancias en que el intendente Municipal de La Plata, Profesor Ruben Cartier, conjuntamente con su secretario privado Dr. Alfredo Otero, el director de tránsito Sr. Balverde y chofer transitaban en un automóvil Dodge por Avda Mitre y Supisiche, fueron ametrallados por desconocidos, dando muerte al profesor Cartier, hiriendo gravemente al Sr. Balverde y levemente al Dr. Otero. Los mismos, fueron internados en el Hospital Finochieto”. Así comenzó la DIPBA el 14 de julio de 1975 el legajo 3561 caratulado “Asesinato en la Localidad de Avellaneda del intendente municipal de La Plata profesor Rubén Cartier”.
Ese legajo es parte de los documentos que la Comisión Provincial por la Memoria entregó a la familia Cartier, donde hay material de años previos en el que la inteligencia policial registró, por ejemplo, el trabajo docente y gremial de Cartier como director de la Escuela Sindical 1° de Mayo de la Filial local de ATE a fines de los años ’60 o recortes periodísticos de su participación en actividades como militante peronista primero, e intendente de la ciudad después; también de homenajes y recordatorios posteriores a su muerte.
“Yo soy Claudia Cartier, soy hija de Rubén, el intendente de La Plata asesinado un poco antes del golpe de estado del ’76 por orden del entonces gobernador Calabró y ejecutado por la CNU con participación activa del Indio Castillo”, así se presenta en diálogo con Andar María Eva Claudia Cartier, que recibió las carpetas de manos de Sandra Raggio, la directora general de áreas de la CPM, durante un acto en la Municipalidad. “En relación a los documentos del archivo para mí fue shockeante que haya sido objeto de inteligencia, que nunca lo había pensado, tal vez si me lo ponía a pensar era esperable pero yo no lo había dimensionado nunca”, señala Claudia.
De hecho una de las dimensiones que más la impresionó fue la continuidad de ese trabajo policial: “me resulta paralizante que mi papá hubiera sido objeto de estos ojos que seguían pasos pequeños como una misa recordatoria posterior a su asesinato. Como entender que estaba dentro de un plan ¿no?, como un objetivo a ser tenido muy en cuenta. Parecía que de ahí podía emanar algún tipo de información importante, algo peligroso, eso me pareció escalofriante. Y a la vez me pareció buenísimo que hayan podido conservar este material y transmitirlo y poder construir, puntualmente en el caso de mi papá, este proceso de memoria tan necesario por lo silenciado que ha estado todos estos años, que las aristas obviamente son muchas pero entiendo que principalmente tiene que ver con responsabilidades políticas por quienes fueron los asesinos”.
Claudia subraya que la información acerca de la responsabilidad en el crimen, que en familia se había transmitido con claridad, en el ámbito público ha sido obturada: “es algo que se sabe, es lo que mi mamá me transmitió siempre y hay testigos de la CNU que han hablado, compañeros que iban con él en el auto. Cuando hay un crimen de lesa humanidad no estamos esperando que haya un juicio para decir ‘Astiz o quien fuera asesinó’. También es de público conocimiento que muchos integrantes de la CNU han sido empleados cercanos a algunos gobiernos; entiendo que viene por ahí no querer poner sobre la mesa el móvil político del asesinato y hablar con claridad de los asesinos”, considera.