JUICIO POR LA MUERTE DE BRANDON ROMERO “Va a seguir matando pibes”
Un jurado popular declaró “no culpable” al policía que mató a Brandon Romero. La familia llegó al juicio sin acompañamiento del ministerio público fiscal y el policía podría volver a trabajar armado.
ANDAR en Mar del Plata
(Agencia Andar) Fueron siete tiros los que disparó el policía Pedro Arcángel Bogado contra Brandon Romero (18), que estaba desarmado, tras un intento de robo. Tres años después un jurado popular declaró “no culpable” al subteniente de la policía bonaerense.
Al juicio la familia de Brandon llegó sin el acompañamiento del Ministerio Público Fiscal que, a pesar de lo brutal y excesivo de la respuesta, consideró que había sido una situación de legítima defensa y pidió el sobreseimiento. A pesar de ese accionar el juez de garantías elevó el caso a juicio y la familia Romero llegó con la representación legal de César Sivo y Romina Merino como querella.
“La sensación que te queda es de mucha tristeza, porque el homicidio queda impune cuando realmente lo acribilló indefenso”, dijo Merino al salir de la última audiencia. Desde la querella habían pedido la condena del policía por homicidio agravado. “Para condenar por cualquiera de las dos figuras en juego, homicidio agravado por el uso de arma de fuego y homicidio cometido en exceso de legítima defensa, se requería mayoría de 10 votos. Como no los juntaron, es no culpable”, explicó la abogada.
La secuencia de hechos que quedó expuesta durante el debate oral dio cuenta de que en la noche del sábado 4 de julio de 2020 Brandon se juntó con amigos y salieron en moto a comprar bebidas. En el camino se cruzaron con un conocido de uno de ellos, Kevin Farías, y Brandon se subió a su moto. Cerca de la rotonda del hipódromo, por la ruta 226, se cruzaron con Bogado que también circulaba en moto. Allí, según la defensa del policía, fue el primer intento de robo del que Bogado pudo escapar y estacionó metros después sobre la banquina. Allí se colocó detrás del vehículo con su arma reglamentaría. Momentos después llegaron Brandon con Farías y Romero se bajó, desarmado. La respuesta del policía fue vaciar su cargador: siete balas impactaron en el cuerpo del joven que quedó tendido sobre la ruta. Farías huyo, también herido de bala.
A lo largo de este proceso, Bogado nunca fue separado de la fuerza y se le asignaron tareas administrativas. “Fusiló a mi hijo y lo dejó tirado en la calle. Le dio tres tiros en la cabeza y lo destrozó. Va a seguir matando pibes”, dijo su mamá al escuchar el resultado. No hay consuelo, ni siquiera en la justicia para la familia de Brandon Romero.